Antes que Guatemala, creciera en el sentido urbano, estaba rodeada de árboles, lagunas y barrancos, un reinado de vegetación.
Muchos padres de familia, aconsejaban a sus hijos no retirarse demasiado de sus hogares, porque la Siguamonta, los atraía a los montes o a los barrancos para quitarles la vida.
Cuentan que los abuelos, que un grupo de niños que albergaban las edades de 12 a 14 años, decidieron reunirse con otros tres niños, de 8, 7 y 9.
El grupo viajo hacia una Vega, pero al volver escucharon unos ruidos en un monte, los dos niños mayores decidieron investigar pero nunca volvieron.
Los otros menores, a como pudieron volvieron a sus hogares. Los otros dos niños, nunca se supo su paradero.